Los niños pequeños suponen una serie de retos para los padres/cuidadores relacionados con su crecimiento y desarrollo. Su hijo va a cambiar drásticamente entre las edades de 1 a 3 años. Si tiene preguntas sobre cómo está creciendo y desarrollándose su hijo, puede comenzar a encontrar respuestas aquí.
Los estudios sobre la primera infancia respaldan la importancia de la educación y el cuidado de los niños durante esta etapa. Los primeros años de la infancia (hasta los 5 años) a menudo se dan por hecho, pero las experiencias de un niño durante esta etapa pueden sentar las bases para el éxito a lo largo de su vida. Como padre/cuidador, las decisiones que tome en la educación y el cuidado temprano de su hijo son fundamentales para un crecimiento y desarrollo saludables.
Los programas de visitas domiciliarias brindan apoyo y orientación a las familias a través de visitas periódicas planificadas con profesionales capacitados. Se trata de un programa voluntario en el que los padres/cuidadores trabajan con los visitadores a domicilio para mejorar el bienestar familiar, sus habilidades como padres y los lazos familiares entre otras cuestiones, en función de las necesidades y horarios propios de cada familia. Las visitas domiciliarias ofrecen programas que comienzan antes del nacimiento y continúan durante la infancia.
A medida que se desarrollan y crecen, los niños demuestran ciertas habilidades en sus actividades y juegos; son los denominados logros del desarrollo. Los niños llevan a cabo avances en el desarrollo de las habilidades lingüísticas, físicas, sociales, emocionales y cognitivas. Es importante recordar que cada niño es diferente. Es perfectamente natural que incluso niños de una misma familia alcancen estos logros a ritmos diferentes. Sin embargo, los logros sirven como indicadores del desarrollo del niño a lo largo del tiempo. Los niños con un desarrollo típico alcanzarán muchos de estos logros en etapas y momentos similares durante sus primeros años. Estas etapas del desarrollo ayudan a los padres/cuidadores y a los profesionales del aprendizaje infantil a reconocer los tipos de actividades y oportunidades que los niños necesitan para continuar con un desarrollo saludable.
Los proveedores y programas de educación y cuidado infantil de calidad reconocen que cada niño es único y se desarrolla de manera diferente. La mayoría de veces estas diferencias no son motivo de preocupación, pero en ocasiones son síntoma de una necesidad especial. Como padres/cuidadores, ustedes conocen mejor que nadie a su hijo y es más probable que reconozcan cuándo existen necesidades de desarrollo únicas. Los proveedores cualificados también pueden reconocer los signos de demora en el desarrollo y de discapacidades en los niños. Los programas de primer nivel son capaces de adaptar sus actividades, su plan de estudios y sus compromisos para ayudar a los niños a alcanzar su máximo potencial.
Todo padre/cuidador desea que su hijo tenga una infancia segura, saludable y feliz. Además de las visitas regulares al médico y de brindar un entorno seguro para su hijo, hay varias cosas que puede hacer para garantizar la salud del pequeño.
Los primeros cinco años del desarrollo cerebral y emocional son fundamentales para su salud emocional de por vida. Las experiencias de su hijo durante este tiempo moldean la forma en que aprenden, piensan y se comportan durante el resto de su vida. Hay muchas formas de nutrir la salud emocional de su hijo.